miércoles, 15 de junio de 2016


EL INTELECTUALISMO
El intelectualismo es una corriente epistemológica que sostiene que la base del conocimiento la forman conjuntamente la experiencia y el pensamiento, el intelectualismo sostiene junto con el racionalismo que hay juicios lógicamente necesarios y universalmente válidos no sólo sobre objetos ideales sino también sobre los objetos reales, pero mientras que el racionalismo considera que estos conceptos o elementos de juicio son conceptos a priori de nuestra razón, el intelectualismo los deriva de la experiencia.
Esta dirección epistemológica proviene etimológicamente hablando de intelligere, intus legeré que significa "Leer en el interior", según el intelectualismo la conciencia cognoscente lee en la experiencia, de la que substrae sus conceptos.

             FE, FUNDAMENTO DE LA RAZÓN

La fe y razón son dos formas de convicción que subsisten con más o menos grado de conflicto, o de compatibilidad. La Fe generalmente es definida como fundamento en una creencia, como una convicción que admite lo absoluto. Mientras que la razón es fundamento en la evidencia, lo cual aproxima el objeto de fe a la idea del mito. Según Juan Pablo II, en su encíclica Fides et ratio (1998), «la fe y la razón (fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad».

Hablando en términos generales, hay tres categorías de perspectivas respecto a la relación entre fe y razón. El racionalismo sostiene que la verdad debería ser determinada por la razón y el análisis de los hechos, más que en la fe, el dogma o la enseñanza religiosa. El fideísmo considera que la fe es necesaria, y que las creencias deben tener cabida sin la evidencia o la razón, aún esté en conflicto con ellas. La teología natural considera que fe y razón son compatibles, de manera que la evidencia y la razón finalmente llevan a la creencia en los objetos de fe.